Viste mamá, lo viste. Cómo robé la pelota en el centro del
campo. Cómo driblé a los contrarios. Cómo llegué hasta el área, regateé al
portero y a meta vacía marqué por la escuadra.
Te diste cuenta mamá cómo me abrazaron todos, cómo gritaba
el público mi nombre. Acaso observaste que el entrenador lloraba mientras me
abrazaba. Que el equipo contrario me felicitó al final del partido. Que los
ojeadores de los grades clubes escribían mis datos en sus cuadernos de anillas.
¿Lo viste mamá, lo viste?
No seas tonto Pedrito, ya sabes que no soy tu madre y que no me importa lo que te pase.
Que duro este cuento, no?? Te deja la boca con sabor a hebras de yodo!
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